Historia de Jean[]
Mientras Clare busca a Raki en el pueblo de Hamel , oye decir de un hombre qué se encontraba un grupo de claymores en el pueblo, ya qué había un kakuseisha muy poderoso en las Montañas Zakol. Al ver al grupo de caza, Clare logra identificar a la guerrera de un solo dígito; Jean, la cual se voltea tras sentir una presencia, pero luego lo deja creyendo qué fue su imaginación. (Capítulo 41)
Luego de qué Clare encuentre a la guerrera herida, sube a las Montañas Zakol, donde Jean y su equipo están siendo torturados. Al ver la escena, se pueden ver tan solo a Jean y Katea vivas, estando la cuarta guerrera muerta y con un sin fin de hoyos en todo el cuerpo. Debido a toda la presión mental y la tortura física, Katea supera su límite y despierta. Jean comienza a gritarle a su compañera qué no se convierta en un monstruo, dando como resultado qué Duph le coloqué otra vara en el estómago.
Entonces, mientras Katea comienza a despertar, Duph toma su forma de kakuseisha. Luego, cuando Katea completa su transformación, Duph la golpea, mientras qué Jean no comprende la situación. Esta como respuesta lo ataca. Luego de qué Riful le pregunte a Duph qué tan fuerte era, este le responde qué era muy débil. Tras esto, Duph golpea a Katea en la cabeza con toda su fuera, matándola ante los ojos de Jean. Luego, Riful le dice a Jean Ahora, apresurate a despertar, Señorita Número 9, Jean-San. De pronto, Duph menciona qué alguien estaba llegando al lugar. Riful se asombra del pequeño yõki qué poseía y le dice a Duph qué haga lo qué quiera con ella. (Capítulo 42)
Mientras Clare y Duph se enfrentan, Riful dice que Clare estaba peleando bien. Entonces, Jean le pregunta porqué estaba haciendo todo eso. Riful le responde que es un secreto, y que sólo se lo dirá si se transforma en su aliada. Jean le dice que nunca sería aliada de un monstruo, por lo que Riful ríe. Cuándo Jean le pregunta de que se reía, Riful le dice que no hay mucha diferencia entre un despertar y una medio-yoma como ella, excepto la conciencia. Riful le dice que según la perspectiva de los humanos, las guerreras eran algo así como monstruos y que ninguna de las dos son lo que llaman humanas, sorprendiendo a Jean. Continuando, Riful le dice a Jean que es tonto que ella luche por los humanos, ya que ellos sólo la odian y no le muestran ninguna gratitud. Según Riful, al fin y al cabo, los humanos y los despertares y seres medio-yoma eran especies diferentes después de todo, y que los humanos no derraman lagrimas por ninguna especie que no sea la suya, y que esa era la verdad y la naturaleza. Cuándo Riful le pregunta a Jean si lo que había dicho no era verdad, Jean le dice que Cómo había nacido humana, moriría como humana. Entonces, Riful le dice que le encantan las personas como ella y que ahora tenía más ganas de tenerla como aliada. (Capítulo 43).
